Muchas son las publicaciones de
los resultados de investigaciones sobre los efectos del entrenamiento cerebral
en personas de la tercera edad, o con deficiencias cognitivas, o pos rehabilitación
física, o por entretenimiento. El interactuar
con estas personas permite vivenciar los cambios, el progreso, el interés y el
amor por su actividad, lo cual retroalimenta mucho más que leer los resultados
investigativos.
En el 2017 tuve la oportunidad de
guiar grupos de la tercera edad de
varios municipios, los cuales obtuvieron conocimiento a nivel técnico y a nivel
personal.
A nivel técnico, se logró que
muchas de las personas mejoraran su habilidad con las manos, perfeccionar la aplicación
del color y el trazo de líneas. Organizar
su mesa de trabajo, manejar el tiempo, crear un compromiso para cumplir con sus
responsabilidades.
A nivel personal, lograron darse
cuenta que podían mejorar en sus destrezas, aumentaron la autoestima, se dieron
cuenta que al esforzarse obtenían logros, se sintieron más jóvenes y útiles, ademas aumento la unión en la familia.
Leyendo lo anterior, se creería que
las actividades con las que obtenían los logros eran complejas. La verdad es que no, porque se diseñaban de
una manera para que las personas las ejecutara, desde un grado bajo de dificultad
hasta una grado medio.
Quiero compartir una de las
actividades de las cuales les hablo, para que la compartan con sus abuelos, padres
o hijos, y vean que bonito es verlos concentrados en ellas.
Escríbanme al correo: jbmartinez2014senast@gmail.com
Gracias a Dios por permitirme un
espacio para compartir.